Historia

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Lo que hoy comprende el municipio de San Pedro de Macorís pertenecía al cacicazgo de Higüey y estaba gobernado por el cacique Cayacoa.

A partir del año 1815 es cuando se empieza a poblar la zona, donde se nombra al Juan Antonio Aybar como alcalde pedáneo desde Macorix (como era entonces llamado) hasta Cumayasa. Pero es después de 1822 cuando empieza un poblamiento real, en el margen occidental del río Higuamo como consecuencia de la inmigración de pobladores de la parte este de Santo Domingo que se refugiaron allí en un intento de rehuir la inminente invasión haitiana. Estos se situaron en dos caseríos cerca de la bahía denominados Mosquito y Sol por la gran cantidad de mosquitos existentes en el área debido a los manglares que abundaban en la cercanía y lo expuesto al sol del lugar.

Los poblados de Mosquito y Sol se encontraban situados en el margen occidental del río Higuamo, próximo a su desembocadura, cercano al poblado de Punta de Garza. Más tarde se le denominó Mosquitisol.

En el año 1846, a petición de los pobladores del lugar denominado Macorix, el Consejo Conservador decidió declarar al lugar como puesto militar. Para ese entonces, Macorís pertenecía a la provincia del Seybo, estando conformada por tres comunes: el Seybo como municipio cabecera, Higüey y Samaná.

Después de 1840, los habitantes se trasladaron del margen occidental del Higuamo al margen oriental, lugar en el que nació la ciudad de San Pedro de Macorís, convirtiéndose en una de las ciudades más productivas de la República Dominicana. La población fue aumentando paulatinamente, dedicándose a la producción de víveres, y eran tan grandes las cantidades que llegaban al puerto de la capital en los botes plataneros de Macorís en los años 1868 al 1875, que allí se bautizó a la antigua morada de pescadores con el nombre de Macorís de los Plátanos.

Fue en el año 1848, cuando inició lo que le dio el gran impulso al entonces pequeño pueblo petromacorisano, la victoriosa Industria Azucarera. A tiro de ballesta, Vicente Ordóñez (Santafé) montó en el sector Buena Vista, el primer trapiche de mazas verticales movido por bueyes, para cuajar melado, y tras él, Blas Payano, Guadalupe González, Manuel Urraca y Wenceslao Cestero entre otros.

En 1852 Macorix es elevado a puerto militar, dependiendo esta vez de la común de Hato Mayor, siendo el macorisano Norberto Maldonado su primer comandante en armas. En 1957 se establece la alcaldía constitucional y su primer alcalde lo fue Juan María Pinto.

El 1 de octubre de 1856 es fundada la primera iglesia católica por el padre Pedro Carrasco Capeller, oriundo de San José de los Llanos, quien venía a oficiar misa desde Hato Mayor. Era una iglesia pequeña formada de tablas de palma y cubierta de yaguas. En 1865 la iglesia es destruida por una tormenta. En 1866 el jefe comunal Antonio Guzmán construyó una nueva iglesia con tablas de pino y cubierta de palma de caña. En 1885 un incendio ocurrido en las inmediaciones destruyó parcialmente esta iglesia. Luego, el cura Felipe Romero, el síndico Juan Larancuent y el presidente del ayuntamiento Francisco Nicolás firmaron un contrato para la construcción de la nueva iglesia.

El nombre San Pedro de Macorís nace en 1858 por sugerencia del prebisterio Elías González, quien sugiere anteponerle a Macorís, «San Pedro» y quitarle la x para que sonara San Pedro de Macorís, con su patrón San Pedro Apóstol. Es ahí donde nacen las fiestas patronales, empezando el 22 de junio y terminando el 29 del mismo mes.

Para el año 1868 se inicia en Cuba la primera etapa de la guerra de la independencia llamada Guerra de los Diez Años, lo que tuvo como consecuencia la salida necesaria de inversionistas azucareros de aquella isla hacia República Dominicana, y San Pedro de Macorís fue el lugar principal, por su río Higuamo, y el posible acceso al muelle para su comercialización.

Para mediados de 1870 empieza la construcción de un moderno ingenio llamado Angelina, por el cubano Juan Amechazurra, siendo éste el primer ingenio mecánico en la historia de la República Dominicana. Inició su primera zafra el 9 de enero de 1879, tras escucharse el silbato de la casa de máquina para anunciar la primera molienda a vapor en San Pedro de Macorís; dando este ingenio resultados satisfactorios para su propietario, el cual se encargó de difundir la noticia en todo el territorio nacional e internacional, de las buenas tierras aptas para la siembra de caña, el pasto y la ganadería. También por la cercanía de su río Higuamo, para su transportación, tanto de importación como exportación de sus mercancías. Vino también el béisbol al Ingenio Angelina, ya que los hermanos Alomar lo trajeron de Cuba para ese mismo año. Convirtiéndose San Pedro de Macorís en la primera ciudad del país donde se jugó béisbol.6

En 1879 surge el primer cuerpo de bomberos de la República Dominicana en San Pedro de Macorís y el único de la época. Empieza como junta de vecinos voluntarios contra incendios, organizado por el coronel Dionisio García, quien más tarde fue gobernador de la provincia.

En el 1881 el cubano Juan Santiago Mellor funda el Ingenio Porvenir, un año después el señor Juan Jorge Serrallés funda el Ingenio Puerto Rico (hoy desaparecido). También ese mismo año de 1882 fue construido el Ingenio Cristóbal Colón por los cubanos Castro y Mola.

En el año de 1882 los cubanos Padrón y Salaum construyen el Ingenio Consuelo, al igual que los cubanos Vásquez Roser y Compañía fundan el Ingenio Santa Fé en 1884. El surgimiento de estos ingenios fue la causa fundamental del desarrollo político, económico y cultural del municipio; ya que es a partir de 1875 cuando empieza su historia hacia el vertiginoso desarrollo que años más tarde le permitieron ser el primer pueblo de la República Dominicana con varias facetas de la historia nacional.7

Este avance vertiginoso trajo como consecuencia una masiva inmigración de todo el territorio nacional e internacional en busca de diferentes tipos de empleos y oportunidades comerciales. Los ingleses o cocolos fueron traídos a San Pedro de Macorís en una goleta llamada ECHAR-APITEX, que traía ingleses desde las islas para trabajar en los ingenios. Estos ingleses trajeron el baile folklórico Los Guloyas, que en su danza representaba el debate entre David y Goliat. Los haitianos fueron atraídos por el corte de caña y traen con ellos El Gaga, fiesta esta que celebraban todas las Semanas Santas de cada año.

De esta manera en poco tiempo una gran diversidad de diferentes tipos de nacionalidades empieza a surgir en San Pedro de Macorís, tanto de las islas vírgenes británicas, cubanos, boricuas, norteamericanos, haitianos, entre otras. No sólo era fuente segura de empleos, si no también, de oportunidades para inversiones, por la gran cantidad de circulante o capital existente en el municipio. Esto motivo a diferentes inversionistas del país y del extranjero a depositar sus capitales en San Pedro de Macorís.

Así llegaron los árabes, chinos, españoles, entre otros. Estos se ramificaron en diferentes tipos de negocios en todo el territorio. Se estima que para 1875 el municipio contaba con una población estimada de 400 habitantes y para finales del siglo XX, el municipio ya tenía 5000 habitantes y más de 8000 en las secciones de la provincia. El 10 de septiembre de 1882 fue aprobado en el congreso nacional elevar a San Pedro de Macorís a la categoría de Distrito Marítimo, con esta fecha es que se celebra en la actualidad el surgimiento de la provincia.

San Pedro de Macorís se transformó en la época de auge azucarero en la plaza comercial más dinámica de todo el país. La industria azucarera dinamizó otros mercados como artesanías, manufacturas, construcción y comercio en general.

En 1904 inicia la instalación del alumbrado del municipio. En 1910 se inaugura el primer mercado municipal en la calle Duarte con General Cabral, que más tarde fue correo provincial. Ese mismo año se inauguró la iglesia católica San Pedro Apóstol (hoy catedral) ubicada en la calle Domínguez Charro con Anacaona Moscoso, siendo el templo más hermoso y moderno del país.

La industria azucarera provocó una transformación sin precedentes en San Pedro de Macorís, llegando a ser por la calidad de los edificios y unido a la gran cantidad que el pueblo levantaba, la ciudad más moderna del país. Este inusitado desarrollo económico coincidió con innovaciones tecnológicas que se producían en el mundo, y que llegaron primero a San Pedro de Macorís para conferirle ese carácter moderno ya mencionado.

En 1911 se construye el primer monumento del país a los tres padres de la patria. Se encuentra ubicado en el parque Salvador detrás de la parroquia San Pedro Apóstol y frente al ayuntamiento municipal. Llega al país en 1912 y a san pedro de Macorís el primer carro de marca Ford, propiedad del ingenio Santa Fé.

San Pedro de Macorís fue el primer pueblo del país que fomentó el turismo ya que, en 1924 vino por primera vez a la República Dominicana, el primer hidroavión, utilizando el río Higuamo como pista de acuatizaje.8

En 1918 surge la edificación más grande del país en San Pedro de Macorís, el edificio Armenteros ubicado en la Ave. Domínguez Charro frente al muelle, donde laboró por muchos años el palacio de justicia.

En 1920 fue nombrada la primera mujer del país que ocupó un cargo público, ésta fue Margarita de Windt.

El restaurante Apolo fue inaugurado en 1926 por la familia Ariza de nacionalidad española. Al inicio de los 70s el Apolo era una tradición de San Pedro. En esa misma década se convirtió en la primera discoteca del país.

En 1923 el doctor Carl T. George comienza la construcción del hospital San Antonio con sus propios recursos, contaba con 6 pabellones y 650 camas, siendo éste el más grande del país para la época.

Los ingenios de San Pedro de Macorís llegaron a producir entre el 65% y 70% del total de producción nacional del azúcar.

San Pedro pudo reunir el más alto número de poetas, convirtiéndose en la única ciudad del país que cuenta con dos poetas nacionales que tiene hasta la fecha: Pedro Mir y Gaston F. Deligne.

A comienzos del siglo XX, San Pedro de Macorís contaba con seis vice-cónsules: de Estados Unidos, Imperio Alemán, Venezuela, España, Francia y Perú. También, desde los años de la Ocupación estadounidense existían en Macorís bancos como el National City Bank y el Royal Bank of Canadá. Antes de los vuelos en avión, había en Macorís varios buques tales como el Hurón, el Iroquois, el Cherokee y el Algonquín, que hacían ruta entre el puerto de San Pedro de Macorís y los puertos de Estados Unidos y de Europa.

Para 1930 en San Pedro funcionaban tres cines: el Duarte, Restauración y España, y dos teatros: el Restauración y el Colón, este último de tres niveles y en forma de herradura, único en el país donde funcionaba la ópera.

La caída de San Pedro de Macorís se produce en el año 1929 a 1931 con la crisis mundial, el golpe bajo que sufrió la industria azucarera y la llegada al poder del dictador Rafael L. Trujillo, quien se encargó de llevarse los inversionistas y las instituciones petromacorisanas a la capital.

En 1935 nace la primera y única fábrica industrial del país de velas y velones en la calle Duarte no.56, donde hoy está Almacenes Zaglul. Asímismo, en 1944 nace el club rotario, primer club de la región Este.

Después del abandono de San Pedro de Macorís hubo un nuevo renacer en la década de los 70s con la fundación de la Universidad Central del Este (UCE) por José Altagracia Hazim Azar; y de la Zona Franca en el gobierno de Balaguer, lo cual implicó una inmigración de estudiantes de diferentes provincias a la universidad y de trabajadores en busca de empleo.